sábado, 27 de octubre de 2007

Una nueva cornada al mejor equipo del mundo


En los cinco interminables días que he pasado de viaje y sin acceso a internet me preguntaba sobre que tema escribiría: el fascinante Arsenal, el deprimente Liverpool, sobre Fernando Alonso, sobre cómo el Madrid cualquier día se la va a pegar caminando sobre una cuerda constantemente...

Pero a la noticia no se la espera, aparece. Juande Ramos deja de ser entrenador del Sevilla, apenas disputados dos meses de competición. Y el motivo no es que le hayan echado por malos resultados ni el mal rollo con la directiva. El motivo es uno, sólo uno: La pasta.

Siete millones de euros al año, durante cuatro temporadas. 28 millones de euros, casi cinco mil millones de las antiguas pesetas. Un pastizal.

Algún romántico todavía pensaba que el dinero no lo era todo en el mundo del fútbol, pero se ha tenido que quedar sin argumentos después de esto. En la temporada más importante de la historia del Sevilla, con debut incluido en la Champions donde tienen ya pie y medio en los octavos de final, el entrenador se ha bajado en marcha para ir a entrenar a un equipo de mitad de tabla en la Premier League.

Que Juande iba a entrenar al Tottenham se sabía desde el verano. Al entrenador de Pedro Muñoz le quedaba sólo esta temporada de contrato y no habían sido capaz de renovarlo en varias reuniones. Su salida estaba cantada. Pero en Junio, no en Octubre.

Son muchas ya las cornadas que se ha llevado el Sevilla (mejor equipo del mundo la temporada pasada, según el Instituto de Historia y Estadísitica del Fútbol) en el año de su consolidación entre los grandes: El fallecimiento de Antonio Puerta, el verano movido de Daniel Alves que le ha impedido empezar la temporada como debiera, y ahora una más. Quizás la mas importante de todas. Ver como el jefe de la nave se baja a mitad de camino por dinero tiene que haber sido un bombazo para la plantilla.



En un ejercicio de imaginación aparezco en la pretemporada sevillista. Daniel Alves subiéndose por las paredes tratando de cerrar su marcha al Chelsea, y Juande Ramos luchando por convencerle para que aguantara una temporada más. La carita del brasileño ahora tiene que ser de traca.

Es una pena cargarse de este modo el proyecto más bonito de los últimos años en el fútbol español. No debería extrañarse Juande (contra el que no tengo nada, pero esa actitud sólo tiene una palabra que lo defina) cuando algún día vuelva a Sevilla y le llamen por su nombre: PESETERO.




Odiosas muletillas

Cambiando de tema. Durante estos días sin escribir, he podido ir apuntando en una libreta algunas cosas que me irritan del periodismo deportivo. Como el amor ciego por nuestros deportistas. No entiendo porque se pierde la objetividad hasta el punto de dejar tu propia credibilidad como periodista a la altura del betún.

Hoy leo alucinado en el diario MARCA (no todo iba a ser meterse con el SPORT) el titular "Sergio Rodríguez deslumbra a los Nuggets". Uno tiene a pensar que ha hecho veintitantos puntos, una decena de asistencias... Pues no, 16 puntos y 4 asistencias. ¿Eso es deslumbrar?
¡Objetividad señores!

La misma que les falta a todos nuestros periodistas de motor. No voy a entrar a valorar lo sucedido con Fernando Alonso y su ejercito de periodistas partidarios, porque lo de la Fórmula Uno este año se ha ido de madre. Y si había que ser partidario de alguien, pues del español.
Sólo me remito a comentar una frasecilla que me escama cada vez que la escucho tanto en las motos como en la F-1: "Buena salida de Fulanito". Cuando Fulanito (lease Pedrosa, Alonso...) salía en la segunda posición de la parrilla, y en la primera curva está cuarto. ¿Por que tienen que decir esa frase si o si? ¿Por contrato? ¿Por falta de recursos?.

Fíjense en la próxima carrera, en el GP de la Comunidad Valenciana, como la primera frase nada más apagarse el semáforo será: "Buena salida de Faubel", "Buena salida de Lorenzo" o "Buena salida de Dani Pedrosa".

3 comentarios:

Louis dijo...

Para jugar 26 minutos tampoco está tan mal, ¿no?

Cizañero dijo...

@ Louis,

evidentemente que no está mal, y que es una buena actuación. Pero la palabra "deslumbrar" yo creo que habría que guardarla para mejores oportunidades no?

Louis dijo...

Para saber si deslumbró o no tendríamos que haber visto el partido. Como estadísticas son bastante buenas.